sábado, 4 de agosto de 2007

Chartres para Gustavo Enrique
















La señora con botas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido hermano...

vine únicamente

a dejar en tus manos

abiertas

inmensas

inacabables

una flor morada

cmo una pequeña campanita

que late

siempre que la pongo contra mi oreja

me repite tu nombre

y yo sonrío




Gustavo Enrique Orozco