I
Prístinos soles azules
ardieron en otras galaxias
Diminutos testigos luminosos
pequeños peces diamante
se incrustan en la bóveda marina
Acá abajo el pentágono sonoro
cinco ballenas anaranjadas
navegan el viento
Cantos del tiempo y el desierto
entonan sus cuerdas magnificadas
De la rugosa y fría piel de ballenas holandesas
se desprenden melodías apacibles
Prestos a oídos diligentes
surgen destellos de arpa
percusiones y rasgueos
pianofortes y estruendos
evocación de bajos y cellos
Fluye la noche
cantan el desierto y el tiempo
Foto: David Pineda
www.flickr.com/photos/pineeda
II
Pasado el mediodía
Tonatiuh Apolo Tata Huriata
derrama aún sus rayos
lisos cabellos dorados y anaranjados
sobre la piel metálica y rugosa
de las cinco ballenas
Crean nuevamente las cetáceas
pentagónica armonía
a compaces de luz
Sus naranjas cuerpos reverberan
y el sonido se desparrama
violenta tempestad
vorágine de alta marea
Y el sonido se va lentamente escurriendo
suave oleaje
hasta esconderse de vuelta
en el mar azulado y violeta
que es de nuevo la bóveda celeste
Cantan el tiempo,
el mar y el desierto
Empapándose de luna
nace el crepúsculo primaveral.
Ciudad Universitaria, Coyoacán, marzo del 2010.
2 comentarios:
Cada vez que vengo me cambias los muebles de lugar y me tropiezo con hartas palabras que me noquean las entrañas y me deslumbran con columnas, ora a la derecha ora a la izquierda. Yo esperaba tener harta harta lana para pagarte hasta la risa, pero resulta que... pues de todos modos ya preséntate ¿no?
Manifiestate espíritu salamancareo, guanajuatense. El libro del diablo me ha dejado con su lectura más loca que un muerto que vuelve de su tumba a narrar la historia de su infancia.
Ya te di 2 razones para venir...y si tienes otro del mismo autor, pexta para seguir en el viaje. Por ejemplo ¿tienes el de las pasiones?
Se feliz mi memorioso amigo.
Pongamos dicho pentágono fuera de lugar. Pongamos a la audiencia fuera de cualquier identidad. Así se ha entendido lo que has narrado.
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