jueves, 14 de febrero de 2008

Por qué estimo a mi amigo

Por su oído diligente

Por su sabia forma de poner en unos cuantos enunciados las ideas complejas

Por su disposición a cooperar en las tareas mínimas indispensables

Por su pasión radiofónica

Por su capacidad de asombro ante las palabras

Por su inteligencia

Por su contagioso amor al conocimiento

Por su tenacidad

Por sus comentarios de aliento

Por su lealtad

Por la precisión de su memoria

Por su sinceridad

Por su fascinación ante lo diáfano

Por su sensibilidad a la música

Por su ensoñación de la fembra fermosa

Por su discreción

Por los distintos momentos en que hemos compartido música, prosa, canción y silencio.

No hay comentarios.: