viernes, 2 de enero de 2009

Noche luciérnaga

Para Collado

En pleno zumbido del silencio:
un carraspeo, nomás, primero.
Luego un chasquido por acá,
y un aullido acullá

Mas de pronto,
dos discos trepidantes
chocan tres veces entre sí

Explotan entonces
tropélidos chillidos de metal
devaneo de sílabas en cuerda,
crispante precisión de aire entumecido
un bosque de sombras
y un gemir de luces diminutas

Gotas de luz sobre el silencio
y un borbotón de risa que se confunde en la profundidad de la noche
con el aullido del hambre
y el piar de la esperanza:
fruto impredecible que crece entre carcajadas...

2 comentarios:

Juan Carlos Medrano dijo...

Hola Jesús.
¡Feliz año!
Ojalá todos tus proyectos se resuelvan y crezcan.

En otras, gracias por el poema, lo disfruté bastante. Me pasan cosas similares con algunos discos; es como si de pronto cada instrumento tuviera una personalidad dura y distinta que invita a la recreación de sonidos como colores y fragancias.

Salud y paz.
Hasta pronto.

Jesús dijo...

Hola. Recién descubro este mensaje. Soy un poco desentendido de este blog, como podrás darte cuenta. Muchas gracias por leer.

J.