miércoles, 23 de enero de 2008

Presentación "Inmensa minoría"



Antes de comer, Jesús externó el presentimiento de que por algún motivo Casillas no estaría en la presentación. Luisa le dijo que llamara a su oficina para confirmar, pero Jesús dijo que pasaban de las tres y difícilmente lo hallaría ahí.

Al llegar a la escuela, fueron a hablar con Teodoro, el director, Alma y Jesús. Casillas había salido a Puebla, Morelia, Toluca, lo mismo da y por to tanto no estaría. Rápidamente se organizó la mesa: Teodoro tan solo dio la bienvenida.

En seguida Gaby Ynclán hizo una intervención para exponer una situación política que afecta directamente al Foro Usigli donde estábamos reunidos. Se rumorea la privatización de los teatros de SOGEM, lo que implicaría ipso facto la desaparición del tipo de eventos que se llevaron a cabo la noche de ayer. Se hizo mención de una carta-petición de informes sobre dichas decisiones, que de inmediato se puso a disposición para firmas solidarias.

Después habló Jesús, presentó a Guillermo y a Gaby como profesores de la escuela, etcétera. Gaby expresó el entusiasmo provocado por el hecho de que algunos de los miembros de la Generación XXXVII hayan decidido publicar teatro, encomió a seguir escribiendo y a luchar por esos espacios en los que se puedan seguir montando obras de teatro.

Todo ocurría con tranquilidad hasta que Guillermo Vega (ver texto) se autonombró el policía malo de esa celebración. En un comentario amplio sobre las circunstancias en las que se haya la literatura actualmente, la importancia de la escritura y la lectura "en y a través de la computadora", los oligopolios editoriales, la dificultad para encontrar buena literatura entre chorros de mercancía insabora celebró la existencia de seres que insisten en querer escribir.




Y, sin embargo, mostró cierta desilusión por no haber encontrado entre los cuentos de Inmensa minoría una búsqueda aventurada, el verdadero espíritu de desafío y sí una recurrente veneración a los clásicos. Claro estaba que había algunas excepciones donde se mostraba un poco más ese afán retador de una nueva generación de escritores.

Más tarde se llevó a escena Nubes de Aura Carmina Bucio, una obra extraña donde dos hombres pescan pensamientos, los leen y los devuelven a un vacío-espacio-tierra. Jesús leyó entre una intervención y otra Me gusta verte morir ciudad de Carmen Mendoza y Las letras agonizan en mis manos de Elsa Ruiz.

Un escritor que se hallaba entre el auditorio hizo al final una intervención para hablar de la necesidad de luchar por la cultura en un país donde la tendencia es importar ésta, hacerla digerible y venderla. Me llamó la atención un llamado que hizo, al igual que Vega Zaragoza, a poner atención a las transformaciones tecnológicas que implican una revolución de la escritura y la lectura.

Después de esto hubo vino y botana por largo rato.

En fin. Aquí va por cierto un poema que aparece en el libro ayer presentado:

Sombras fantasmas

Penumbras que se desbordan como relámpagos sobre lo diáfano,
columnas de bruma que nublan el horizonte
caen como látigos sobre la espalda emitiendo la sensatez y la prudencia

Cariátides absurdas ante las cuales me subyugo o me derrumbo,
ministerios de la frustración,
jueces inmisericordes vigías del deseo

Las sombras acechan y acosan azuzan y aterran anhelos
los contienen, los denigran
Esperan el instante justo en que caen del montón
para verlos

desmoronarse

a los pies

del sueño

2 comentarios:

Carmen dijo...

Uta, pues que manchado ese de arriba.

Agradezco la reseña y me ensombrece eso de la privatización de los teatros. ¿Qué más calamadiades se presagian en este año?
Me hubiera encantado escuchar el poema en tu vos.
Un abrazo y ya estoy aquí

Carmen dijo...

si ya sé que se fue esa vos, pero que te digo si regresé sin lentes y aun mi pensamiento allá