sábado, 30 de junio de 2007

la espera

Sentado en el sillón verde frente al televisor apagado y el librero, pensaba cuántas posibilidades de pensar existen en esa biblioteca que tenía frente a mí. Es como si durmieran en las repisas todos esos volúmenes, listos siempre para ser abiertos. Pero es el azar, tiene que ser el azar lo que de pronto me lleva a escoger uno entre ellos, sin que alguien me haya recomendado o referido y decida leer. Unas veces el entusiasmo se frena en al final de la primera página, otras veces en la segunda, otras por ahí del tercer capítulo. Pero hoy no tenía una sola gana de pararme y escoger uno. Esperaré, me dije, esperaré a que un día me vuelva a ser esta reflexión y decida que quiero intentarlo.

domingo, 10 de junio de 2007

Lo que se escribe

Palabras que piden ser leídas para incomodar al lector y al autor mismo, quien se sorprende de la autonomía de sus frases. Palabras que ilustran decires y pensares: decires de las cosas bellas, de las cosas injustas, de las cosas aborrecibles, de las vidas desgraciadas, de las gracias de la vida, de las gracias a la vida. Pensares que aflojan por instantes el nudo que ata a las condiciones humanas, a las condiciones terrenas, a la incongruencia de poder soñar más de lo que se puede actuar. Suspiros que alivian el desencanto, la cotidianidad, el espanto, la melancolía, la terca nostalgia, la soledad de los domingos y a fin de cuentas el llanto. Y la sonrisa. Y esa paz que pueden provocar cada uno. Palabras en fin, que liberan al espíritu.

Luisa con cerveza y caireles

El hacimiento de la playera

Hay noches lluviosas como este sábado pasado en que no se antoja ni el cine, ni la cerveza, ni salir a vagabundear entre los árboles. Entonces aparece la idea de pintar...





Así, Ana Luisa saca las pinturas textiles, extendemos el lienzo sobre la mesa y a estropear se ha dicho...

"¿Qué pintar? Mhhhhh..."












El sueño de Dar Veider